Hace unos días una amiga se benefició de la oferta en la cual te regalaban una bandeja de langostinos frescos por la compra de otro producto del mar envasado.
Hoy me pasé por allí, han cambiado a la chica que me encontré la primera vez, cuyo excelso conocimiento en la materia quedó demostrado en la conversación del post anterior.
Esta es más serena, persigue a los clientes que se acercan a las estanterías como una dependienta de una tienda de ropa y usa estrategias que habrá aprendido con clases de técnicas de venta. Hace mejor su trabajo, que es vender, en el rato que estuve allí se fueron tres personas con sus respectivas bandejitas. Eso sí, no paraba.
Los argumentos principales eran que ahora tienen más variedad de productos, que le duran más tiempo en la nevera, y que tienen fecha de caducidad.
En un alarde de elocuencia dijo algo como "dése cuenta de que antes el pescado venía sin fecha de caducidad, nosotros lo mirábamos pero sabe dios cuántos días llevaría ahí... ahora con la fecha de caducidad está usted más tranquilo, y está más fresco, además le dura más tiempo en la nevera!"
Vamos a ver, las etiquetas, que no son pegatinas sino bandas de cartón que rodean las bandejas, se pueden sustituir fácilmente; la mayoría de las bandejas hoy tenían fecha de caducidad del 30 de Enero.
Foto del post anterior, en el que se puede apreciar el detalle de las etiquetas
Si en su folleto se pregonaba la frescura de sus productos, ¿cómo puede usar la negación de la anterior presentación de su pescadería para convencer a un cliente potencial? ¿Debe el resto de clientes del país dejar de comprar pescado en las pescaderías a granel que quedan porque Mercadona no garantiza su buen estado? Y si no han cambiado su proveedor, ¿cuál es la diferencia entre el producto a granel y el envasado, que mantiene su frescor más tiempo en la nevera?
1 comentario:
Pues los langostinos estaban super bueno,jajajjaja,
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