Como decía un amigo, atacarnos los unos a los otros, dividirnos, facilita las cosas al gobierno. Nadie nace despierto y comprometido, la mayor parte de nuestra vida pasamos olímpicamente de aquello que hoy nos importa tanto. Cada uno necesita su tiempo, su propio motivo para abrir los ojos, para darse cuenta de que todo esto le afecta. Sí, los mineros la armaron, sí, Valencia se quema, sí, detienen a compañeros para meternos miedo, pero son tantas las cosas que nos están cayendo que cada vez afectan directamente a más gente. Más nos vale aprender algo por el camino, tener paciencia mientras la gente despierta y mantenernos unidos; recordar todo esto dentro de tres años. De lo contrario el sufrimiento y los sacrificios de los que nos rodean no habrán servido de nada.
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