El PSOE aprobó su reforma laboral el 23 de Junio de 2010 (link), por entonces los sindicatos (CCOO y UGT) y empresarios (CEOE y CEPYME) llevaban meses de "diálogo social": Cada dos por tres salían noticias del eterno tira y afloja que duró hasta hace dos meses, pero de eso ya hablaremos más tarde.
Mientras continuaban las negociaciones, los sindicatos convocaron una huelga general para el 29 de Septiembre de ese mismo año (link). Desde entonces, la mayoría de los convenios colectivos han ido venciendo y no se han renovado.
En ellos se explica, en la "cláusula de revisión salarial" (link), cuánto aumentan cada año nuestros salarios con respecto al IPC de ese año. Los sindicatos pactaron congelar los salarios a cambio de evitar el aumento del paro (link1 y link 2), pero los despidos han seguido creciendo.
Si recordamos qué mide el IPC (link), en 2010 y 2011 fué del 3% y el 2.4% respectivamente, vemos que los precios de bienes básicos han aumentado un 5,4% de media en estos dos años, mientras que los salarios han permanecido igual. Si no hubieran firmado ese acuerdo, nos deberían las empresas, de media, el 64,8% de nuestro sueldo, y hoy cobraríamos un 5,4% más que hace dos años.
Lógico que el consumo haya disminuído.
Pero volvamos a la reforma laboral del PSOE. Como respuesta, CCOO y UGT comenzaron a redactar su "Iniciativa Legislativa Popular por el Empleo Estable y con Derechos". En ella (link) se pedía más control a las empresas y se proponían nuevas maneras de evitar el fraude.
Comenzaba la polémica sobre el número de liberados sindicales (link). A finales de abril de 2011 comenzaron a recoger firmas, y el 13 de junio se presentó un millón de ellas (link). Las elecciones autonómicas se habían celebrado y las voces que reclamaban un adelanto de las elecciones generales gritaban cada vez más alto.
El acuerdo con las empresas, igual (link).
A mediados de julio la Junta Electoral Central admite la ILP y la traslada a la mesa del Congreso para su debate en el parlamento.
Finalmente, las elecciones se adelantaron al 20 de Noviembre, y desde entonces todo el mundo se olvidó de la ILP. Parece que les han ganado la carrera. Si preguntas a algún sindicalista por la ILP, te dirá que ahora, con el nuevo gobierno, no creen que sea escuchada ni tenida en cuenta. Es una pena, contenía algunas ideas muy interesantes, el PP tiene hasta el 3 de septiembre de 2012 para incluirla en el debate del Congreso.
Pero ahora viene lo mejor, porque el 25 de Enero de 2012, a penas dos meses después de que el PP ganase las elecciones generales, CCOO, UGT, CEOE y CEPYME firman el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2012, 2013 y 2014. Un texto que no incorpora ninguna de las propuestas de la ILP y se parece demasiado a la reforma laboral que el PP aprobó dos semanas después.
Lo podéis leer completo aquí (link) y ver algunos ejemplos:
- Salarios, pág 3, primer párrafo.
- Convenios de empresa, pág 4, segundo párrafo.
- Ligar salarios a la productividad, pág 5, primer párrafo.
- Inaplicación de convenios, pág 5, tercer párrafo.
- Movilidad funcional, pág 9, segundo párrafo.
- Actualización salarios, pág 11, último párrafo.
- Nuevo eufemismo de moda para el paro, pág 12, segundo párrafo.
- Contratos formativos y fijos discontinuos, pág 14, d) y e)
- Productividad vs. medioambiente, pág 21, segundo párrafo.
- OMG, pág 23, primer párrafo.
- Aumento salarios IPC, pág 23, segundo y tercer párrafo.
- Condiciones laborales que se pueden incumplir, pág 25, cuarto párrafo.
No entiendo cómo pueden haber firmado algo así. A pesar de ello, iré a la huelga general y a la manifestación. Boicotearnos mutuamente sólo consigue ponérselo más fácil a los de arriba.
El próximo 29 de marzo, los medios publicarán estas tres noticias:
- Rajoy diciendo que quien no secundó la huelga general está de acuerdo con su reforma, después de una breve guerra de cifras sobre seguimiento y las manifestaciones.
- Imagen de playas y montes llenos.
- Comentarista/empresario de turno, usando lo anterior para llamarnos vagos y decir que la culpa del paro y la crisis es que la gente no quiere trabajar; que somos poco competitivos.
Prefiero no sentirme aludido con ninguna de ellas.